Abstract: | RESUMENEl lenguaje, por sus raíces biológicas, forma parte de la herencia específica de nuestra especie y es común a todos los humanos; por sus raíces culturales divide en nación o en comunidad geográfica. El niño pequeño tiene un sistema de interacción con el mundo—con las personas, los objetos, los acontecimientos y las relaciones—antes de saber hablar, y el lenguaje se expresará primero a través de estas interacciones no verbales; si el niño está «envuelto» por el lenguaje, lo adquirirá sin esfuerzo, pero la forma de adquirirlo—que el lenguaje sea un instrumento de expresión precisa y de imaginación o, simplemente, un medio que le permita intercambios a nivel biológico y social—dependerá del entorno lingüístico en un momento dado. Es precisamente ahí donde los programas de educación preescolar deben intervenir. Se citan dos estudios para demostrar que el mejor método es considerar al niño como factor activo del lenguaje y se presentan las dos partes del diálogo niño-adulto para explicar cómo el niño mismo puede controlar y programar el diálogo. |