Abstract: | ResumenUn modelo de educación sociopersonal guiado por el objetivo de ayudar a las personas a llegar a ser autonomías solidarias precisa superar los sesgos intelectualistas y solipsistas en que incurren las concepciones psicoeducativas más extendidas. Ni desde el escepticismo freudiano hacia la conciencia moral autónoma ni desde la escasa atención que el cognitivismo moral presta a otras consideracion es que no sean las que tienen que ver con la justicia se logra coordinar lo que significa un proyecto social de solidaridad y los proyectos particulares de felicidad.Recientes desarrollos de la teoría de los dominios de conocimiento social (Turiel) propician, en cambio, sugerentes vías por las que conducir la investigación e intervención educativa. Por otro lado, resulta irrenunciable que la perspectiva histórico-cultural, hasta ahora un tanto alejada de estas temáticas, aporte toda su sensibilidad por la sociogénesis y por la trabazón cognitivo-emotiva de la conciencia. |